A San Lorenzo se le escapó en la última bola. Increíblemente cuándo el clásico estaba ganado, el equipo de Guede se pegó una siesta insólita y a los 48 minuto y 40 segundos, luego de dos centros cruzados el local puso la igualdad en uno.
Hasta ese momento el conjunto de Boedo era un justo ganador ya que fue el que quizo y propuso durante los 90 minutos.
Belluschi puso en ventaja al Ciclón a los 24 minutos del complemento tras una linda jugada convinada entre Mussis, Cerutti y el goleador.
Parecía partido cerrado.....parecía.
Fue cansador la continua protesta de los hinchas locales y se hizo mas notorio cuándo Rapallini (de un buen arbitraje) expulsó a Risso por una falta desde atrás a Matos en mitad de cancha.
San Lorenzo debe mejorar ciertos conceptos defensivos para asegurarse triunfos que parecen concretados y se terminan esfumando por algún descuido.
Saber defender también sirve para ganar partidos.
domingo, 28 de febrero de 2016
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