Dijeron que volvían, y volvieron. Sin chance de retroceder.
No hay convicción que conozca la cobardía de faltar a la palabra.
Dijeron que el regreso era ajusticiar la historia, consigna llevada como estandarte de un juramento que habla de no detenerse nunca, de no parar ... hasta vernos volver.
Dijeron que tendrían la osadía de enfrentar las armas del poder, de quebrar el fuego quemando aquel karma , de beber de la copa más esquiva y completar el circulo de las utopías derribando la muralla con la llave del corazón.
Lo que dijeron lo hicieron.
Crearon herramientas accesibles a todos y a cada uno de quienes se atrevieron a despertar. Siempre faltaba algo, un paso más para cruzar esa frontera que todavía divide las aguas.
Invirtieron en la tierra más valiosa y más cara para el carnaval del sentimiento azulgrana, sabiendo que ese suelo es glorioso por la eternidad.
Valor incalculable en bienes raíces, en historia y en el futuro que le espera para seguir tejiendo nuevas leyendas.
Y llegaron. Lo legislaron. Hasta acá hicieron todo lo que dijeron, lo que firmaron, lo que acordaron y más...
Aunque nunca es suficiente para el que está del otro lado de la reja ... Y por eso , una vez más, nos pondremos los trajes de mosqueteros y saldremos por nuestras calles a defender y a cuidar lo que tanto costó conseguir.
Llegar a este punto, en el camino de regreso, es un honor para los incansables , y un desprestigio para los que no cumplen con lo que se comprometieron.
Dijeron que volvían y acá siguen volviendo, hasta que la vuelta ya no sea más un regreso, sino la definitiva restitución.
Estoy parado sobre la muralla que divide
todo lo que fué de lo que será.
Estoy mirando como esas viejas ilusiones
pasando la muralla se hacen realidad...
todo lo que fué de lo que será.
Estoy mirando como esas viejas ilusiones
pasando la muralla se hacen realidad...
Alejandra Abboud
Prensa: SCH CASLA

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