¿QUE SE PODÍA ESPERAR?

Honestamente, no sorprende. Que venga de vos, no sorprende en absoluto. Siempre fuístes bocón y desagradecido. Pusistes el dinero antes que ninguna otra cosa en la vida y la gente se dió cuenta. Serás recordado como un traidor de la gloriosa historia azulgrana. El eterno inhibidor quiere hablar de grandeza. Grandeza que no tuvistes vos nunca. La grandeza que te faltó para jugarte el pellejo para salvar a San Lorenzo del descenso y acusastes una lesión que te marginó del primer equipo durante las tres finales (San Martín y la Promoción) mas importantes de los últimos treinta años. Grandeza que te faltó en esa final anticipada con Tigre, para regalar el partido. O cuándo le pegastes ese codazo infantil a Falcao, en el recordado 8M y dejastes a tus compañeros (¿sabés lo que significa esa palabra?)en inferioridad numérica y con un penal en contra, cuándo nos jugábamos una patriada histórica. O cuándo no movistes un dedo en el 1-7 contra Juniors y te hicistes un gol en contra, que dejó pensando a mas de uno si querías que siga Ruggeri en el cargo. Rápido para ventilar los problemas internos del vestuario con los colégas de medios nacionales, y mas rápido aún para pedir que San Lorenzo te extradite de Italia por problemas familiares. Ahora no hay marcha atrás, te volvió a traicionar la lengua. Hablastes de mas -como de costumbre- y no sabés como remediarlo. La grandeza de San Lorenzo y su gente quedó demostrada en un sin fin de oportunidades. Un individuo como vos no puede mancharla, es imposible. Por algo no sos una persona querida. Por algún motivo tus ex compañeros no te querían ni ver. Por algo será. Antes de hablar de San Lorenzo, pasá por la AFIP que te están esperando y pagá lo que debés. Suerte desagradecido. GUSTAVO BENNASAR