martes, 22 de abril de 2008

Ramón, el obligado

Ramón Angel Díaz sabe manejar las relaciones con el ámbito del fútbol. Claro que a veces se pasa de la raya porque, por momentos, se siente intocable. ¿Lo es?... Ultimamente utilizó una muletilla que, cuanto menos sorprende: "No estoy obligado a ganar la Copa Libertadores". Si en verdad piensa así, se equivoca. Si es en tono de broma, es de mal gusto. Algún otro podrá ecir que se saca presión a sí mismo y a su plantel...Ninguna es valedera. Desde el mismo momento que rubricó un súper contrato con San Lorenzo, supo que la apuesta era la Copa Libertadores. O acaso pensaba que semejante inversión del equipo de Boedo se sustentaba para el tornero local? Vamos, Ramón...
Por supuesto que la exigencia no siempre da sus réditos y puede que San Lorenzo deba afrontar una nueva frustración con la casquivana Copa. Pero el mensaje no puede venir de parte del capitán del barco.
Después del éxito en el Causura 2007, San Lorenzo le apuntó todos sus cañones al principal torneo internacional del fútbol sudamericano. Sus dirigentes, grupo económico y allegados al club apostaron y eligieron, como correspondía, a Ramón como técnico. Díaz pidió y San Lorenzo le dio.
Es mas, hasta se bancó un coqueteo de River con el riojano que terminó renovando con el "Ciclón", porque le puso una carretilla de dólares. A partir de allí no había marcha atrás. Era la Copa o la Copa y a Ramón no le tembló el pulso. Exigió refuerzos y los tuvo más allá que , salvo Bergessio, hasta ahora no rindieron como se esperaba. Solicitó el mejor hotel de Mar del Plata para la pretemporada y allí se alojó el plantel. Había que cambiar la concentración del Bajo Flores por Pliar y se cambió.
Sus hijos querían seguir en el club y se quedaron. Ramón pedía y San Lorenzo daba. El técnico hablaba por todos lados hasta que arrancaron los torneos ( Clausura y Libertadores ) y San Lorenzo sumó cuatro derrotas y un empate, sin ningún gol a favor. Entonces Díaz eligió el silencio y hasta se peleó con algunos periodistas, con los que antes andaba a los abrazos.
Con los tirunfos volvió Ramón. Clasificó para la siguiente ronda de la Libertadores, pelea el campeonato local y recuperó otra mala costumbre : le preguntaban por San Lorenzo y terminaba hablando de su vuelta a River. Realmente insólito. Pero, bueno...
Por más que declame, el riojano sabe que a San Lorenzo solo le importa la Copa. Y a él también. De lo contrario sería una contradicción, ya que cuando tiene que cuidar jugadores, elige hacerlo en el torneo local. ¿En qué quedamos Ramón?... Asuma, sin temor, que tiene la obligación de ganar al Copa. Si no se da, tendrá que poner la cara. Como todo San Lorenzo.
Nota: Alberto Dean-Diario Crónica.

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