PESADILLA

Muchos hablabamos antes del San Lorenzo-Libertad, que este era para los dirigidos por Russo, la primer final del semestre, el primer partido importante, el encuentro dónde aparecen los equipos y se despejan las dudas, bla bla bla bla.

Cuándo un equipo ( por cierto este de San Lorenzo, no lo es) no sabe a que juega, porque desde el banco no sale una sola idea, no se puede pensar en un final feliz.

Cuándo un equipo, jugando con 30.000 personas a favor y en su cancha, no genera ni una sola jugada de gol, salvo algún arresto individual, no se puede pensar en un final feliz.

Cuándo un técnico (el mejor pago del fútbol argentino), sabiendo que estás quedando afuera de la competencia, hace un cambio, y ese cambio es el de un delantero por otro delantero, y deja a dos números cinco en mitad de cancha, demostrando una vez mas su miedo (miedo a que le tenés Russo ? ), no se puede pensar en un final feliz.

San Lorenzo volvió a defraudar a su gente. Este plantel que sigue peleando por los premios, pelea mas en el vestuario y las oficinas que adentro del campo de juego.

El técnico se autoelogia de que el ya ganó la copa y que sabe como repetirlo.

Con los planteos timoratos, los cambios inentendibles, jugadores sin alma y el estado físico de algunos jugadores (Y Cinquetti ??? que pasa ???), lo podrá repetir solo en sus suueños.

La fortuna nos vuelve a dar una mano luego del empate en México entre San Luis y Universitario 2 a 2.

Si San Lorenzo gana los 2 partidos que le quedan en el grupo, clasifica.

Seguimos dependiendo de nuestros jugadores y nuestro cuerpo técnico. Y es ahí dónde vuelven a aparecer los miedos y todo se vuelve oscuro.

GUSTAVO BENNASAR